Introducción
La fontanería es una disciplina que ha estado presente en la humanidad desde hace miles de años. Desde la creación de las primeras tuberías hasta la creación de sistemas modernos, siempre ha sido esencial para el desarrollo de nuestras ciudades y la vida cotidiana.
La antigüedad
Los primeros sistemas de fontanería se remontan a la antigua Grecia y Roma. Las tuberías de plomo y arcilla se utilizaban para llevar el agua a los hogares y a las ciudades. En el siglo III a.C, se construyeron acueductos para garantizar el suministro de agua a las ciudades romanas. Además, también se utilizaban sistemas de alcantarillado para evitar la acumulación de aguas residuales en las calles.
Edad media y principios de la edad moderna
En la Edad Media, la construcción de castillos y palacios mejoró las técnicas de fontanería. Se usaban tuberías de plomo y hierro fundido para suministrar agua a los pisos superiores y se instalaban sistemas de conductos para desaguar las aguas residuales. En el siglo XIX, la Revolución Industrial trajo consigo nuevas invenciones como la válvula de descarga y los medidores de agua.
Siglo XX
En el siglo XX, la fontanería se convirtió en imprescindible para el desarrollo urbano. Con el aumento de la población, la construcción de edificios de gran altura, casas nuevas y la creación de sistemas de alcantarillado modernos. También se innovaron nuevos materiales, como el PVC y el polietileno, que permitieron una instalación más fácil y resistente.
Conclusión
A lo largo del tiempo, la fontanería ha demostrado ser una de las disciplinas más importantes en la construcción y desarrollo de nuestras ciudades y hogares. Desde los sistemas antiguos hasta los modernos, la fontanería ha evolucionado y mejorado, asegurando un suministro constante de agua y un sistema de desagüe seguro y eficaz. Es por eso que nunca debemos subestimar la importancia de esta disciplina.
Algunas palabras clave:
- Antigüedad
- Grecia y Roma
- Acueductos
- Revolución Industrial
- Polietileno